La fiebre del deporte ha afectado a mucha gente en todo el planeta, incluso a las personas de más edad.

Cada vez son más las personas que salimos a correr. Esta misma mañana, por ejemplo, me he cruzado con dos personas de más de 70 años de edad, “trotaban” por el recorrido que suelo hacer todos los días y cuando los vi me quedé sorprendido. No dejaba de pensar en la fuerza de voluntad que debían de tener y si sería saludable realizar ejercicios de tal magnitud a su edad.

Hace unos meses me crucé con otro señor de edad similar que subía a la montaña en bicicleta, haciendo una ruta de más de 60 kilómetros y que conducía por un sendero muy estrecho, irregular y con una inclinación considerable y ni se le veía agotado. Me impresionó mucho verlo así, con esa motivación y con esas ganas de continuar.

Semanas más tarde, otro señor de aproximadamente ochenta años subía a una cima de más de tres mil metros acompañado por su hijo y sin ayuda conseguía alcanzar la cumbre.

“Cuando no puedas correr trota, cuando no puedas trotar camina, cuando no puedas caminar usa el bastón pero nunca te detengas” (Teresa de Calcuta)

Cuando ves a estas personas, con esas ganas de continuar, sin tirar la toalla y dejándose la piel en cada esfuerzo, en cada paso, en cada respiración… sientes un escalofrío que hace que se te ponga el vello de punta. Y pensé: cuando tenga su edad quiero ser como él.

Y eso sólo se consigue empezando ya.

Me pregunto si será saludable practicar deporte a esa edad y en tales condiciones, así que he buscado información y éstas han sido algunas de las respuestas que he obtenido:

Incluso más allá de los 60 años, hacer deporte con moderación es beneficioso para nuestro organismo, tal y como afirman diferentes estudios internacionales.

Según Ata Pouramini, uno de los quiroprácticos más reconocidos del mundo; “es bueno hacer deporte desde la juventud, pero ahora es evidente que hay beneficios incluso para la gente que empieza a partir de los 60 años”.

Según un estudio publicado en el British Journal of Sports:

Los que empezaron a hacer ejercicio tenían tres veces más posibilidades de mantenerse sanos durante los próximos ocho años que sus compañeros sedentarios.
El ejercicio redujo el riesgo de sufrir depresión, diabetes, alzheimer, derrames cerebrales y enfermedades del corazón.
Los que empezaron a hacer ejercicio después de los 60 tenían menos problemas con actividades cotidianas como asearse y vestirse.

Extraído de: mujerhoy.com

Sin embargo, no cualquier adulto mayor puede ponerse a correr de un día para otro, es muy importante visitar a un médico para realizarse un chequeo y descartar enfermedades. El doctor Molina asegura que un mayor que haga actividad física constante puede practicar running, siempre y cuando no tenga limitaciones como el sedentarismo ni problemas articulares.

Extraído de: http://www.envejecimientoactivo.cl/noticias/correr3edad.html

Deducimos que las personas que están acostumbradas a llevar una vida no sedentaria y que han practicado deporte desde la juventud están más acondicionadas a seguir practicándolo cuando alcanzan la tercera edad, mientras que aquellas que no están acostumbradas siempre están a tiempo deempezar, eso sí, tras un buen diagnóstico médico y con mucho control y moderación.

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